viernes, 21 de noviembre de 2008

Derechos Humanos:Revisión y Futuro. V Congreso Internacional de Salud Mental y DD HH

Matias Llivitzky
El objetivo principal del presente trabajo es establecer una revisión de los antecedentes que motivaron la instauración de un código de conducta universal: los Derechos Humanos. Asimismo, se propone verificar la aplicación actual de los mismos, y las posibilidades futuras de su vigencia, a través de una enunciación de los organismos y funcionarios pertenecientes a la Organización de las Naciones Unidas encargados de velar por su cumplimiento. Las conclusiones abren un interrogante acerca del doble Standard existente en los Estados, por el cual de palabra se comprometen a respetar la vigencia de los Derechos Humanos y sus plenos alcances, pero en la realidad la práctica de los mismos se ve limitada por disposiciones gubernamentales coercitivas de las libertades civiles e individuales inalienables del ser humano.Es el fin de la Segunda Guerra Mundial. Dos bombas atómicas han caído sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, arrasando, además de cualquier objetivo bélico, con la población civil de esas ciudades, con personas completamente ajenas a cualquier función militar. Personas comunes que simplemente ese día se disponían a vivir un día más en sus vidas. Personas comunes como las mismas que fueron masacradas en los campos de concentración de la Alemania nazi en esa misma guerra irracional y bárbara, por el solo hecho de profesar una religión, una cultura, un color de piel, un idioma, una elección sexual, una forma de pensar diferente del régimen del terror instaurado por Hitler en Europa. Personas comunes que nada tenían que ver con las ambiciones desmedidas de diversos líderes políticos alrededor del mundo, que usaron el poder destructivo de sus aparatos militares para atacar a civiles inocentes. ¿Hasta qué punto era capaz de llegar la irracionalidad humana con tal de aniquilar por el placer mismo de la muerte?Por estos antecedentes es que surge la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y he aquí la polémica: ¿Es posible en un mundo completamente heterogéneo implantar un criterio universal de moralidad? ¿Se puede realizar el sueño kantiano, implementando un imperativo categórico que a través de sus artículos estipule mínimas reglas de convivencia pacífica entre los hombres? Las Naciones Unidas apuestan por la afirmativa. Esta concepción se da de lleno con un pensamiento antropológico completamente diferente: el relativismo cultural. En base al mismo ningún valor es superior a otro, sino que todas las creencias de las diversas culturas esparcidas alrededor del planeta están en pie de igualdad unas con las otras.¿Con qué criterio se establece que determinados tipos de valores serán los que todos deban compartir, y no otros? ¿Quién puede garantizar que éstos no son una extrapolación global de un patrón de creencias morales locales y específicas?La ONU responde diciendo que en la confección de la Declaración Universal de Derechos Humanos han intervenido absolutamente todos los representantes de los estados que en ese puntual momento histórico se encontraban presentes en el seno de la organización. Nadie se opondría a una Declaración efectuada y elaborada por representantes de todos los estados, en el mejor modo de una ley de una democracia indirecta, que dio una Constitución ética a un mundo anárquico y violento. Los Derechos Humanos: la historiaEn la Conferencia de San Francisco de 1945, en la cual la ONU fue creada, alrededor de 40 organizaciones no gubernamentales, representando a etnias, sindicatos, organizaciones feministas y grupos religiosos plantearon y lograron que en la Carta de las Naciones Unidas (columna vertebral de la organización y pilar del funcionamiento de la misma) se incorporaran disposiciones sobre los Derechos Humanos. En el Preámbulo de la Carta se afirma la "fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas." El 10 de Diciembre de 1948, fecha que en la actualidad se celebra como el Día Internacional de los Derechos Humanos, la Asamblea General aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos, "el ideal común por el que todos los pueblos deben esforzarse."Breve y esquemáticamente, en el primer y segundo artículo se estipula que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, sin distinciones de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole. Entre los artículos tercero a veintiunavo se comprenden los derechos civiles y políticos. Entre los artículos 22 y 27 los derechos económicos, sociales y culturales. En los dos últimos artículos se plantea que toda persona tiene el derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos humanos se hagan plenamente efectivos, y que las únicas limitaciones a esos derechos individuales serán para asegurar los derechos de los demás y del bienestar general en una sociedad democrática. Aquí se observa entonces claramente la estrecha ligazón entre los derechos humanos y el sistema de gobierno elegido por la Organización para expandirse alrededor del mundo, sobre todos los demás: la democracia. Será estrecha entonces, la conexión entre las violaciones a los DD.HH y los regímenes totalitarios, dictatoriales y antidemocráticos que se establezcan alrededor del mundo. El régimen democrático de gobierno será el que, al juicio de las Naciones Unidas, mejor respete la garantización efectiva de los derechos universales.Esto se reafirma en la Segunda Conferencia Mundial de Derechos Humanos, realizada en Viena en 1993, donde se afirma que la democracia, el desarrollo y el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales son conceptos interdependientes que se refuerzan mutuamente. Aquí se registran las influencias del fin de la Guerra Fría, que extrapolada a este ámbito de análisis fijó una división entre los derechos políticos (defendidos por el bloque occidental capitalista frente a las violaciones a los mismos ejercidas en el bloque del este) y los derechos sociales y económicos (argumentados como falencias del capitalismo por los países bajo hegemonía soviética). Luego de la caída de la URSS en 1991, los DD. HH. estaban listos para ser unificados bajo un mismo término, y el énfasis renovado a la democracia y su ligazón a los derechos humanitarios estriba en la solución de la última gran contienda geopolítica del Siglo XX.Los Derechos Humanos: su presente y su futuroLa Organización de las Naciones Unidas a lo largo de su historia ha confeccionado códigos y convenciones a nivel internacional para ser tenidos en cuenta como modelos para la legislación nacional, en diferentes ámbitos de aplicación judicial; por ejemplo el trato a los presos, la protección y atención a los menores detenidos, el uso de armas de fuego por parte de la policía, la función de abogados y fiscales o la independencia del poder judicial respecto de otros poderes republicanos. Algunas de estas disposiciones se han elaborado en la Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal de las Naciones Unidas y en el Centro de Prevención Internacional del Delito. Sin embargo, luego de seis décadas de la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos, hay ocasiones en que parecería ser que sus contenidos fundamentales son solo letra muerta. En todo nuestro planeta día tras día se suceden las violaciones a los artículos de la declaración, no solo por parte de los diferentes Estados, sino también organizaciones no gubernamentales, individuos, sistemas económicos y culturales, etc. En los tiempos modernos, en los cuales más de la mitad de la población mundial (tres mil millones de personas) viven con menos de dos dólares por día, es una gran incógnita el tratar de resolver como se garantiza el primero y más importante de los derechos humanos (el derecho a la vida) a los seres humanos que se encuentran sumidos en la pobreza extrema. Porque no solo se trata de garantizar la vida por la vida misma, sino que el objetivo fundamental de los Derechos Humanos es además, el contribuir a incrementar esa calidad de vida disminuida notoriamente, y que impide disfrutarla y vivirla como se desearía hacerlo. Sin embargo, hay vientos de esperanza. El Secretario General de la organización, Kofi Annan, en su programa de reforma de las Naciones Unidas, emanado de la Declaración del Milenio, avalada por más de 150 jefes de estado de todo el mundo, afirmó que los Derechos Humanos deben ser el tema común de todos los aspectos de la labor multifacética de la Organización, en todas sus políticas y programas. No obstante, conociendo las enormes dificultades con las que la organización se topa a la hora de implementar las políticas y sugerencias planteadas en el seno de sus debates en la realidad práctica, es un gran interrogante a futuro el considerar como a largo plazo estas reformas serán implementadas. ¿Primará la lucidez que tuvieron los líderes de posguerra a la hora de idear un sistema universal de valores comunes para tratar de terminar con el principal conflicto de la humanidad, es decir, la imposibilidad de una convivencia verdadera y pacífica? ¿O por el contrario, los Estados firmarán pactos y convenciones suscribiendo de palabra la protección de los derechos humanos de todos los hombres, y en la realidad continuarán violándolos (no respetando lo estipulado en los últimos artículos de la Declaración acerca de la obligatoriedad de su efectividad) sistemáticamente en pos de solucionar por la fuerza problemas políticas cotidianos en el corto plazo, anulando cualquier tipo de construcción de proyectos pacíficos para el futuro? Las generaciones presentes tienen la respuesta.Bibliografía"Manual on Human Rights reporting", Ed. Naciones Unidas, Ginebra, 1997"The World Bank Annual Report", Ed Banco Mundial, Washington D.C., 1997"Historia de las Relaciones Internacionales Contemporáneas", Juan Carlos Pereira (comp..), Ed. Ariel, Madrid, 2003"ABC de las Naciones Unidas", Ed. Naciones Unidas, Nueva York, 2000.www.un.org información general sobre el sistema de Naciones Unidas.El objetivo principal del presente trabajo es establecer una revisión de los antecedentes que motivaron la instauración de un código de conducta universal: los Derechos Humanos. Asimismo, se propone verificar la aplicación actual de los mismos, y las posibilidades futuras de su vigencia, a través de una enunciación de los organismos y funcionarios pertenecientes a la Organización de las Naciones Unidas encargados de velar por su cumplimiento. Las conclusiones abren un interrogante acerca del doble Standard existente en los Estados, por el cual de palabra se comprometen a respetar la vigencia de los Derechos Humanos y sus plenos alcances, pero en la realidad la práctica de los mismos se ve limitada por disposiciones gubernamentales coercitivas de las libertades civiles e individuales inalienables del ser humano.Es el fin de la Segunda Guerra Mundial. Dos bombas atómicas han caído sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, arrasando, además de cualquier objetivo bélico, con la población civil de esas ciudades, con personas completamente ajenas a cualquier función militar. Personas comunes que simplemente ese día se disponían a vivir un día más en sus vidas. Personas comunes como las mismas que fueron masacradas en los campos de concentración de la Alemania nazi en esa misma guerra irracional y bárbara, por el solo hecho de profesar una religión, una cultura, un color de piel, un idioma, una elección sexual, una forma de pensar diferente del régimen del terror instaurado por Hitler en Europa. Personas comunes que nada tenían que ver con las ambiciones desmedidas de diversos líderes políticos alrededor del mundo, que usaron el poder destructivo de sus aparatos militares para atacar a civiles inocentes. ¿Hasta qué punto era capaz de llegar la irracionalidad humana con tal de aniquilar por el placer mismo de la muerte?Por estos antecedentes es que surge la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y he aquí la polémica: ¿Es posible en un mundo completamente heterogéneo implantar un criterio universal de moralidad? ¿Se puede realizar el sueño kantiano, implementando un imperativo categórico que a través de sus artículos estipule mínimas reglas de convivencia pacífica entre los hombres? Las Naciones Unidas apuestan por la afirmativa. Esta concepción se da de lleno con un pensamiento antropológico completamente diferente: el relativismo cultural. En base al mismo ningún valor es superior a otro, sino que todas las creencias de las diversas culturas esparcidas alrededor del planeta están en pie de igualdad unas con las otras.¿Con qué criterio se establece que determinados tipos de valores serán los que todos deban compartir, y no otros? ¿Quién puede garantizar que éstos no son una extrapolación global de un patrón de creencias morales locales y específicas?La ONU responde diciendo que en la confección de la Declaración Universal de Derechos Humanos han intervenido absolutamente todos los representantes de los estados que en ese puntual momento histórico se encontraban presentes en el seno de la organización. Nadie se opondría a una Declaración efectuada y elaborada por representantes de todos los estados, en el mejor modo de una ley de una democracia indirecta, que dio una Constitución ética a un mundo anárquico y violento. Los Derechos Humanos: la historiaEn la Conferencia de San Francisco de 1945, en la cual la ONU fue creada, alrededor de 40 organizaciones no gubernamentales, representando a etnias, sindicatos, organizaciones feministas y grupos religiosos plantearon y lograron que en la Carta de las Naciones Unidas (columna vertebral de la organización y pilar del funcionamiento de la misma) se incorporaran disposiciones sobre los Derechos Humanos. En el Preámbulo de la Carta se afirma la "fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas." El 10 de Diciembre de 1948, fecha que en la actualidad se celebra como el Día Internacional de los Derechos Humanos, la Asamblea General aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos, "el ideal común por el que todos los pueblos deben esforzarse."Breve y esquemáticamente, en el primer y segundo artículo se estipula que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, sin distinciones de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole. Entre los artículos tercero a veintiunavo se comprenden los derechos civiles y políticos. Entre los artículos 22 y 27 los derechos económicos, sociales y culturales. En los dos últimos artículos se plantea que toda persona tiene el derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos humanos se hagan plenamente efectivos, y que las únicas limitaciones a esos derechos individuales serán para asegurar los derechos de los demás y del bienestar general en una sociedad democrática. Aquí se observa entonces claramente la estrecha ligazón entre los derechos humanos y el sistema de gobierno elegido por la Organización para expandirse alrededor del mundo, sobre todos los demás: la democracia. Será estrecha entonces, la conexión entre las violaciones a los DD.HH y los regímenes totalitarios, dictatoriales y antidemocráticos que se establezcan alrededor del mundo. El régimen democrático de gobierno será el que, al juicio de las Naciones Unidas, mejor respete la garantización efectiva de los derechos universales.Esto se reafirma en la Segunda Conferencia Mundial de Derechos Humanos, realizada en Viena en 1993, donde se afirma que la democracia, el desarrollo y el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales son conceptos interdependientes que se refuerzan mutuamente. Aquí se registran las influencias del fin de la Guerra Fría, que extrapolada a este ámbito de análisis fijó una división entre los derechos políticos (defendidos por el bloque occidental capitalista frente a las violaciones a los mismos ejercidas en el bloque del este) y los derechos sociales y económicos (argumentados como falencias del capitalismo por los países bajo hegemonía soviética). Luego de la caída de la URSS en 1991, los DD. HH. estaban listos para ser unificados bajo un mismo término, y el énfasis renovado a la democracia y su ligazón a los derechos humanitarios estriba en la solución de la última gran contienda geopolítica del Siglo XX.Los Derechos Humanos: su presente y su futuroLa Organización de las Naciones Unidas a lo largo de su historia ha confeccionado códigos y convenciones a nivel internacional para ser tenidos en cuenta como modelos para la legislación nacional, en diferentes ámbitos de aplicación judicial; por ejemplo el trato a los presos, la protección y atención a los menores detenidos, el uso de armas de fuego por parte de la policía, la función de abogados y fiscales o la independencia del poder judicial respecto de otros poderes republicanos. Algunas de estas disposiciones se han elaborado en la Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal de las Naciones Unidas y en el Centro de Prevención Internacional del Delito. Sin embargo, luego de seis décadas de la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos, hay ocasiones en que parecería ser que sus contenidos fundamentales son solo letra muerta. En todo nuestro planeta día tras día se suceden las violaciones a los artículos de la declaración, no solo por parte de los diferentes Estados, sino también organizaciones no gubernamentales, individuos, sistemas económicos y culturales, etc. En los tiempos modernos, en los cuales más de la mitad de la población mundial (tres mil millones de personas) viven con menos de dos dólares por día, es una gran incógnita el tratar de resolver como se garantiza el primero y más importante de los derechos humanos (el derecho a la vida) a los seres humanos que se encuentran sumidos en la pobreza extrema. Porque no solo se trata de garantizar la vida por la vida misma, sino que el objetivo fundamental de los Derechos Humanos es además, el contribuir a incrementar esa calidad de vida disminuida notoriamente, y que impide disfrutarla y vivirla como se desearía hacerlo. Sin embargo, hay vientos de esperanza. El Secretario General de la organización, Kofi Annan, en su programa de reforma de las Naciones Unidas, emanado de la Declaración del Milenio, avalada por más de 150 jefes de estado de todo el mundo, afirmó que los Derechos Humanos deben ser el tema común de todos los aspectos de la labor multifacética de la Organización, en todas sus políticas y programas. No obstante, conociendo las enormes dificultades con las que la organización se topa a la hora de implementar las políticas y sugerencias planteadas en el seno de sus debates en la realidad práctica, es un gran interrogante a futuro el considerar como a largo plazo estas reformas serán implementadas. ¿Primará la lucidez que tuvieron los líderes de posguerra a la hora de idear un sistema universal de valores comunes para tratar de terminar con el principal conflicto de la humanidad, es decir, la imposibilidad de una convivencia verdadera y pacífica? ¿O por el contrario, los Estados firmarán pactos y convenciones suscribiendo de palabra la protección de los derechos humanos de todos los hombres, y en la realidad continuarán violándolos (no respetando lo estipulado en los últimos artículos de la Declaración acerca de la obligatoriedad de su efectividad) sistemáticamente en pos de solucionar por la fuerza problemas políticas cotidianos en el corto plazo, anulando cualquier tipo de construcción de proyectos pacíficos para el futuro? Las generaciones presentes tienen la respuesta.
Bibliografía"Manual on Human Rights reporting", Ed. Naciones Unidas, Ginebra, 1997"The World Bank Annual Report", Ed Banco Mundial, Washington D.C., 1997"Historia de las Relaciones Internacionales Contemporáneas", Juan Carlos Pereira (comp..), Ed. Ariel, Madrid, 2003"ABC de las Naciones Unidas", Ed. Naciones Unidas, Nueva York, 2000.www.un.org información general sobre el sistema de Naciones Unidas.

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