viernes, 28 de agosto de 2009

HOY: a puro TANGO!!!!

dedicado especialmente a Sofi y aclarando que podés pedir más. y también dedicado a todos los que les gusta el tango.

jueves, 27 de agosto de 2009

SEXUALIDAD........

Por Nicolás Robles López * Mientras estudiaba medicina en Viena, Wilhelm Reich participó de un seminario de sexología. A partir de esa formación encontró que la teoría de Freud era la superación de todas las existentes. En 1920 pasó a ser miembro de la Sociedad Psicoanalítica de Viena. Finalizó sus estudios en 1922 y, en el mismo año, se inauguró el dispensario psicoanalítico de Viena, donde atendió hasta 1930. La experiencia adquirida en el dispensario le brindó la posibilidad de realizar críticas técnicas sobre la terapéutica analítica, conducta que le valió la reacción negativa de algunos colegas. El 15 de julio de 1927 se produjo una huelga y una concentración de trabajadores en Viena en la que la represión por parte de la policía dejó un saldo de cien muertos. Este episodio influenciaría fuertemente a Reich, que el mismo día ingresó a Socorro Obrero, organización del Partido Comunista. El sustrato de formación intelectual de Reich y sus lecturas de autores como Mehring, Kautski y Engels, sobre temas sociológicos y etnológicos, hicieron eclosión ante la experiencia de la realidad brutal e inmediata. En 1929 creó la Sociedad Socialista de Consejo Sexual y de Sexología, conformada por cuatro psicoanalistas y tres ginecólogos. Así contó Reich su experiencia en ella: “Durante dos años, me vi hasta tal punto acosado por las experiencias abrumadoras de la miseria sexual del pueblo que me sentí presa cada vez más del conflicto que se suscitaba en mí entre el hombre de ciencia y el político; sobre todo, cuando los centros de higiene sexual me hubieran puesto en contacto con los hijos e hijas de obreros, de empleadas y campesinos” (Constantin Silelnikoff, La obra de Wilhelm Reich, Siglo XXI editores, México, 1971). Esta asociación estaba dirigida a prevenir la neurosis. El pasaje de la terapéutica individual a la acción social se dio gracias al contacto con el sufrimiento y las patologías de la gente que acudía al dispensario psicoanalítico. La relación entre la producción social de las neurosis y la represión sexual fue cada vez más patente para Reich. Por lo tanto, en el año 1931, reunió varias de las organizaciones que se ocupaban de la sexualidad con el fin de politizarlas: podrían lograrse así mejores condiciones de vida para las masas. El PC alemán también participó en esta empresa, estuvo de acuerdo con el programa de Reich y le entregó la dirección. Así surgió la Asociación Alemana para una Política Sexual Proletaria, más conocida como Sexpol. La asociación intentaba “radicalizar la acción de las masas”, luchando contra el matrimonio y la familia burguesa como causantes de la represión sexual. Atacando radicalmente sus causas podrían prevenirse las neurosis. Pero el éxito alcanzado por la asociación, y la manifestación de las inquietudes del pueblo en materia sexual, provocaron que el PC acusara a Reich de “sustituir la política económica por la política sexual” y tratara de desmantelar la organización. Tras la publicación de su libro Psicología de masas del fascismo, en 1933, fue expulsado del PC. Casi simultáneamente, fue excluido de la Asociación Psicoanalítica Internacional sin ninguna explicación por parte de sus autoridades. A partir de 1934 sus investigaciones se orientaron cada vez más a la búsqueda empírica de la libido, energía biológica que movilizaría al ser humano. En 1939 llegó a Estados Unidos, donde continuó sus investigaciones que lo llevaron a descubrir el orgón. Por negarse a destruir los acumuladores de orgón y las publicaciones de su instituto fue encarcelado y murió en prisión, de una crisis cardíaca, en 1957. El ser social de Reich lo condujo a ser el tipo de científico que fue en su primera etapa; las presiones y limitaciones le fueron impuestas desde varios flancos: fascismo, stalinismo y macarthismo. Wilhelm Reich es un verdadero psicólogo social, porque parte de un análisis científico de la sociedad. Que la sociedad esté dividida en clases significa que los individuos no son todos iguales económicamente y, por lo tanto, la relación que cada uno tenga con las normas, reglas y representaciones depende de su pertenencia de clase. Si pertenece a la clase dominante, estarán hechas a su medida y estará en mejores condiciones para producirlas. Si es un obrero, estarán destinadas a evitar que tome conciencia de su condición de explotado y que actúe en consecuencia. Así, plantea una superación con respecto a la antonomía individuo-sociedad: no son los individuos autónomos e independientes los que producen las ideas entre todos, ni la sociedad en general, como un ente abstracto que ejerza coerción sobre la totalidad de las personas. Además, Reich estaba interesado –en su práctica médica como en su acción política revolucionaria– en erradicar el sufrimiento que en los sectores más vulnerables provocan las patologías psíquicas derivadas de la sociedad capitalista. En Psicología de masas del fascismo plantea que la tarea de la psicología materialista dialéctica es “aprehender la esencia de la estructura ideológica y su relación con la base económica de donde ha surgido”; entender lo que él llama el “factor subjetivo de la historia”. El libro está dedicado a explicar por qué ganó el nazismo en Alemania, cuáles fueron las condiciones que posibilitaron que las masas pequeñoburguesas apoyaran su ascenso y por qué la clase obrera aceptó esto. Si bien nombra el fracaso de la II Internacional y la derrota de los levantamientos revolucionarios de 1918 a 1923 fuera de Rusia, su crítica está dedicada a las acciones del Partido Comunista: según Reich, como la dirigencia del partido no comprendía la estructura ideológica de las masas, no lograba una mayor inserción en la clase obrera. Reich encontró en la estructura ideológica de la clase obrera la contradicción entre una postura revolucionaria y una traba proveniente de la atmósfera burguesa. La cuestión central era “averiguar qué es lo que impide el desarrollo de la conciencia de clase”. Ante este problema, Reich interpretó, en consonancia con las ideas freudianas, que la familia es la que cumple el rol de la represión sexual en los niños. Pero, a diferencia de Freud, quien creía que la represión sexual funda la cultura, Reich consideraba a la familia burguesa como “el primero y principal lugar de reproducción del sistema capitalista”. El resultado de esta represión perpetuada en el seno familiar sería la inhibición moral, que impide la revuelta contra la explotación por la burguesía. En el caso de la pequeña burguesía, el modo de producción familiar implica un estrechamiento del lazo familiar que potencia la represión sexual. La importancia que tienen en el discurso nacionalista términos como “madre patria”, “la nación como una gran familia”, demuestran la relación existente entre el nazismo y su base de masas pequeñoburguesas. En cambio, el proletariado no sería tan permeable al discurso nacionalista, ya que su modo de producción es colectivo. Sin embargo, Reich observa que el proletario se puede identificar con la pequeña burguesía, porque se halla contaminado por la ideología pequeñoburguesa. La vergüenza de reconocerse proletario es uno de los efectos de la moral sexual que reprime la sexualidad y culpabiliza al sujeto, inhibiendo el desarrollo de su conciencia de clase y acercándolo a posturas fascistas.

* Integrante del Club de Amigos de la Dialéctica-Ceics. Extractado de un artículo aparecido en la revista El Aromo. //

fuente: página 12

domingo, 23 de agosto de 2009

ALLÁ EN LA HABANA

Navegando por youtube y goear buscando para Susuru este tema, pero cantado por Maria Salgado, que tiene una letra totalmente diferente, encontré a este conjunto español y sus voces y la letra del tema me atraparon. Mi cuerpo se sintió con ganas de cantar y bailar, por eso decidí que debía postearlo. Por un domingo feliz en España, Cuba, Argentina, en el Mundo entero......

miércoles, 19 de agosto de 2009

LOS PUENTES DE MADISON.

Canción de fondo: Nothing's gonna change my love for you . Maravillosa e inolvidable historia de amor. No cansa volverla a ver.

viernes, 14 de agosto de 2009

EDUCACIÓN SEXUAL.

Por Elina Matoso * La ley de educación sexual dice: “La sexualidad desde una mirada inclusiva de múltiples dimensiones, como los valores sociales sobre el cuerpo, lo femenino, lo masculino, los vínculos, las emociones, en fin la sexualidad como construcción histórica y sociocultural”. Excelente. Pero ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Quién? Toda construcción sociocultural se imprime y deja sus huellas aun antes de nacer. Sin embargo el sistema educativo lleva a cabo una tarea diaria de ir borrándole el cuerpo al niño. Se pretende un sujeto del saber y no un ser vivo que sienta y piense. La lista de los “No” van tatuando el cuerpo infantil, el adolescente y el adulto, con marcas que no son fáciles de reconocer por el sujeto mismo y desde ya por la sociedad. Desde el no te muevas, no grites, no corras, el ser humano va configurando una corporeidad sobrante, que molesta, que en la adolescencia fastidia por sus distracciones, que en la edad del pavo entorpece, la de un sujeto que, ya en la facultad, ya domesticado, camina absorto por los pasillos memorizando textos, o permanece mudo mientras el profesor repite el texto que tomará en el examen. Los finales son un campo de batalla, un alumno tembleque o tartamudeante, con voz queda, recita un saber que el profesor, del otro lado del escritorio de cemento, puede aplastar, aprobar o, a veces, reconocer. Es necesario que esta descripción sea exagerada y terminante, porque aunque no siempre sea así, en el imaginario social está instalada desde esta perspectiva sociocultural. “Ocultar el cuerpo es signo de salud, de allí que la sociedad occidental esté basada en el borramiento del cuerpo” (Le Breton). La sexualidad no es una materia, un capítulo, un texto para tal o cual edad. El chico entra investido sexualmente mucho antes de atravesar el escalón que lo habilita a estudiar. ¿Cómo va a aproximarse a esos textos si le fueron eliminando el cuerpo, dentro de un sistema educativo configurado para acallar la plenitud y potencialidad carnal y vital del ser humano? Desde hace más de un siglo, se fundamenta la relación y diferencia entre genitalidad y sexualidad: qué implica el reproducir la especie; qué configura el placer, el deseo, la eroticidad; qué territorio abarca el seducir, hasta dónde llega, quién arriesga. Estos desafíos son la tierra blanda que transita el bebé, el chico, el adolescente, el adulto, el anciano. ¿Quién aproxima una respuesta? “Si el cuerpo está hecho con la misma tela del mundo”, escribió Merleau-Ponty. Profesionales de distintas disciplinas, maestros, trabajadores sociales, pediatras, especialistas en lo corporal, desde hace muchos años pregonan, investigan, analizan, reflexionan sobre la importancia de la corporeidad en la conciencia de salud y enfermedad, en la valoración de sí mismo, en el cambio de conductas o mejoras en el aprendizaje, en los afectos y vínculos grupales. Lo grupal, como campo de reconocimiento del grupo en la construcción de subjetividad, ya no justifica ser puesto en duda, y el campo corporal puede tener diferentes enfoques expresivos, lúdicos, integrativos, psicoterapéuticos. Sin embargo, los muros de los ámbitos educativos se resisten a dejarlos pasar, son paredes anquilosadas en otra historia, otro mundo; son sordas y mudas al potencial del cambio del ser vivo, sexual, potencialmente fértil, creativo y diferente a los modelos prefijados. Rige otra ley. Por esto, vale la pena reflexionar sobre quién, cuándo, cómo va a entrar esta otra ley cuya normativa plantea la “sexualidad desde una mirada inclusiva de múltiples dimensiones, como los valores sociales sobre el cuerpo, lo femenino, lo masculino, los vínculos, las emociones, en fin, la sexualidad como construcción histórica y sociocultural”. * Profesora en la UBA. Rectora de la carrera terciaria oficial de Coordinador de Trabajo Corporal. Texto extractado del trabajo “Educación sin cuerpo”.

fuente: página 12

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jueves, 13 de agosto de 2009

Cuando el amor se agota permite que entren las emociones

El amor es siempre hermoso al principio porque no le das tus energías destructivas. Al principio le brindas tus energías positivas — ambos juntan sus energías positivamente, el asunto marcha de maravilla. Pero entonces con el tiempo las energías negativas comenzarán a desbordarse; no puedes retenerlas por siempre. Y una vez que has acabado con tu energía positiva, que es muy pequeña… y la negativa es muy grande. La positiva es muy escasa, así que en unos pocos días la luna de miel se acaba y viene lo negativo. Entonces el infierno abre sus puertas y no se puede entender qué ha sucedido — una relación tan hermosa, ¿por qué anda mal?Si estás alerta desde el principio, se puede salvar. Entonces dirige tus energías positivas hacia él, pero recuerda que tarde o temprano lo negativo comenzará a aparecer. Cuando lo negativo comienza a aparecer tienes que liberar lo negativo estando a solas. Entra en un cuarto, suelta lo negativo; no hay necesidad de lanzarlo a otra persona.Si deseas dar alaridos y gritar y estar enojado, entra a un cuarto, grita, enójate, golpea la almohada. Porque nadie debe ser tan violento como para lanzar cosas a la gente. ¿No te han hecho nada malo, ¿entonces por qué lanzarles cosas? Es mejor echar todo lo que sea negativo en el cesto de la basura.Si permaneces alerta, estarás sorprendido de ver que es posible hacerlo; y una vez que liberes lo negativo, lo positivo se desbordará nuevamente.Lo negativo se libera solamente cuando ya es demasiado tarde en una relación — cuando la relación ya está muy establecida — y entonces también se debería hacer como una medida terapéutica. Cuando la pareja se ha vuelto muy muy alerta, muy positiva, se ha llegado a consolidar como un solo ser y puede ahora tolerar — y no sólo tolerar sino utilizar la negatividad del otro — tiene que llegar a un acuerdo que ahora también estarán juntos siendo negativos, como una medida terapéutica.Entonces también mi sugerencia es permitir que sea muy consciente, no inconsciente, dejar que sea muy deliberado. Planea que cada noche durante una hora serán negativos el uno con el otro — permite que sea un juego— en vez de ser negativo en cualquier parte, en cualquier momento. Porque la gente no está tan alerta — durante veinticuatro horas ellos no están alerta — pero durante una hora los dos pueden sentarse juntos y ser negativos. Y entonces será un juego, será como estar en un grupo. Después de una hora lo has acabado y no cargas con la resaca, no lo traes a tu relación.El primer paso: lo negativo se debe liberar estando solo. El segundo paso: lo negativo se debe liberar en un momento especial con el acuerdo que ambos van a liberar lo negativo. En la tercera etapa uno solamente debe volverse natural, y entonces no hay necesidad de estar asustado. Entonces puedes ser negativo y positivo y ambos son hermosos — pero solamente en la tercera etapa.Si en la primera etapa empiezas a sentir que sólo viene el enojo — te sientas frente a la almohada, el enojo no viene. Vendrá por meses, pero un día encontrarás que no fluye más, que ya no tiene sentido, no puedes estar enojado estando solo. Entonces la primera etapa se acaba. Pero espera a que la otra persona también sienta si su primera etapa se ha acabado o no. Si ha acabado también, la segunda etapa comienza. Entonces durante una o dos horas — por la mañana o por la tarde, tú puedes decidir — te vuelves negativo, deliberadamente. Es un psicodrama, es muy impersonal.No golpeas duro — tú golpeas, pero aún así no golpeas a la persona. De hecho simplemente estás arrojando tu negatividad. No estás acusando al otro, no estás diciendo “eres malo”; estás diciendo simplemente “estoy sintiendo que eres malo.” No estás diciendo “me insultaste,” dices “me siento insultado” que es totalmente diferente, es un juego deliberado “me siento insultado, entonces arrojaré mi cólera. Estás muy cerca de mí así que por favor sírveme de excusa”… y lo mismo hace el otro.Llegará el momento en que te darás cuenta que esta negatividad deliberada no funciona más. Te sientas por una hora: nada te sucede, nada le sucede a él. Entonces esa segunda fase se ha acabado.Ahora la tercera etapa — y tercera etapa es el conjunto de la vida. Ahora estás listo para ser negativo y positivo; puedes ser espontáneo.Es así como el amor se convierte en un matrimonio.

OSHO

lunes, 10 de agosto de 2009

de: TOLSTOI.

"Quedaban algunos infrecuentes períodos de cariño ente ellos, pero no duraban mucho. Eran islotes a los que se arrimaban durante un tiempo, pero luego ambos partían de nuevo para el océano de hostilidad secreta que se manifestaba en el distanciamiento entre ellos"
"La muerte de Iván Ilich" TOLSTOI

viernes, 7 de agosto de 2009

VAMOS POR ANCHO CAMINO.......

........................ Vamos por los caminos de la vida.// A veces anchos. Otras angostos.// A veces desnudos. Otras arbolados.// Hace mucho que nuestros caminos no se encuentran.// Por qué estamos tan distantes si mi corazón con fuerza te llama?// Acaso será por que no me escuchas?. massu

jueves, 6 de agosto de 2009

ANGUSTIA

Por Isidoro Vegh.

La angustia, en su forma clásica, se caracteriza por una opresión que, quien la padece, la siente en su cuerpo. Otras veces se manifiesta de otros modos, llamados “equivalentes de angustia”, que también implican el cuerpo: sudoración en las manos, sensación de hipotensión, taquicardia. Formas variadas en que llega, a quien lo padece, algo que puede leerse de distintos modos. En el mundo en que vivimos es posible, ciertamente, apelando a recursos químicos, a las llamadas psicodrogas, atenuar al extremo este afecto; lamentablemente, se difunde una conclusión que lo menos que podemos decir es que manifiesta un error: que la angustia, como afecto, no es más que un trastorno. Se pierde algo que pensadores como Heidegger, Sartre, más lejos Kierkegaard, reconocieron como una manifestación que habla del ser, de la existencia. Para nosotros los psicoanalistas, y desde el creador del psicoanálisis Sigmund Freud –que escribió un trabajo clásico llamado “Inhibición, síntoma y angustia”–, hay una angustia que es “señal”: una señal que se aloja en lo que llamamos el yo, pero que se dirige a la dimensión del sujeto. La angustia es una señal en el cuerpo que le dice al sujeto que hay algo a resolver. ¿A resolver dónde? No en el cuerpo sino en su existencia. Si leemos así este afecto, pasa de ser un trastorno a convertirse en el indicador de una oportunidad. También en estos tiempos que habitamos, el lenguaje tiende a confundirnos con una palabra que abunda: un adolescente puede decirnos, por ejemplo, “tomo la droga porque me gusta”, pero ese mismo adolescente puede ser también el que nos diga: “Me gusta mucho la música”. Y cuando le preguntamos qué hace con eso, nos cuenta que ha formado una banda, que estudia música, que practica horas y horas. En los dos casos se trata de un “me gusta”. En el primero, puede contarnos que, como consecuencia de esa práctica de la droga, cuando pasa el efecto se siente mal deprimido, sabe que va a ser mal visto por sus seres queridos y además advierte que es algo que él no puede parar; ya ha adquirido el acostumbramiento de la droga, su cuerpo se lo reclama y advierte, con gran desesperación, que por ahí solo no puede salir. En cambio, el otro “me gusta”, que tiene que ver con la música, lo lleva a dibujar una sonrisa de alegría, comparte con sus compañeros esa experiencia, piensan hacer recitales con otras bandas, invitar allí a sus amigos, lo practica con entusiasmo, aun a pesar de que a veces implica horas y horas de esfuerzo: es un “me gusta” ligado al deseo. Entonces, el lenguaje de nuestros días se presta a una confusión, desconoce una verdad que dijo hace varios siglos aquel gran filósofo holandés, Baruch Spinoza: “La esencia del hombre es el deseo”. También lo dijo, a su manera, el poeta y pintor inglés William Blake: “El que no realiza su deseo, engendra peste”. Una peste que hasta es literal, no sólo metafórica, pues arruina el funcionamiento del cuerpo. Son ejemplos de que nuestro cuerpo no es reductible ni a un monismo mecanicista, como el que nos proponía La Mettrie en El hombre máquina –el ser humano no es reductible a un conjunto de órganos que funcionan–, ni tampoco se trata de un dualismo que, como en la época de Platón, podía formularse con un cuerpo y un alma. No se trata de un paralelismo cuerpo-espíritu, sino de tres dimensiones, como en la propuesta trinitaria. Se anudan tres registros: el registro simbólico atañe al lenguaje, al hecho de ser el único viviente capaz de enhebrar chistes o de elevar plegarias; se anuda a su vez a la representación imaginaria, esa que nos hace sentir que habitamos un mundo al mismo tiempo que nos oculta que ese mundo en el que creemos es apenas uno, que está recortado por las marcas de nuestras relaciones personales y de aquellas que nos indica el lenguaje que practicamos. Por último, el registro de lo real, que no se iguala a la realidad. La realidad no es más que la que cada uno vive según las marcas que lo constituyen. Lo real es eso por lo cual la ciencia viene a descubrir lo que sólo se muestra bajo un modo velado. Podemos decirlo al revés: si la verdad de las cosas se mostrara a cielo abierto, la ciencia no sería necesaria. Eso que está en el límite de la palabra y de la representación es lo real, y el psicoanálisis viene a descubrir que también funciona como real ese diskette que nos habita y que nuestra conciencia no puede registrar a cielo abierto: el inconsciente. Funciona como un software que decide la eficacia de ese hardware que llamamos cuerpo. La paradoja, en estos tiempos en que se nos quiere convencer de que el genoma es el que define el destino de nuestro espíritu, una nueva ciencia, llamada epigenética, ha venido a descubrir que el genoma, por sí mismo, no actúa, que el genoma actúa en relación con el medio ambiente, en la relación que el sujeto mantiene con su medio, y que, en ésta, el lenguaje es inexorable, que está allí, interponiéndose; descubre que hay genomas que se encienden o se apagan según la relación con el medio. Así, viene a decirnos que el movimiento es exactamente el inverso: que la eficacia del genoma como la eficacia de todo lo que constituye nuestro cuerpo dependen esencialmente de las relaciones que el ser humano mantiene consigo y con los otros.

fuente: página 12