jueves, 9 de octubre de 2008

La Pena de Muerte por María Elena Walsh (argentina)

Fui lapidada por adúltera. Mi esposo, que tenía manceba en casa y fuera de ella, arrojó la primera piedra, autorizado por los doctores de la ley y a la vista de mis hijos. Me arrojaron a los leones por profesar una religión diferente a la del Estado. Fui condenada a la hoguera, culpable de tener tratos con el demonio encarnado en mi pobre cuzco negro, y por ser portadora de un lunar en la espalda, estigma demoníaco. Fui descuartizado por rebelarme contra la autoridad colonial. Fui condenado a la horca por encabezar una rebelión de siervos hambrientos. Mi señor era el brazo de la Justicia. Fui quemado vivo por sostener teorías heréticas, merced a un contubernio católico-protestante. Fui enviada a la guillotina porque mis Camaradas revolucionarios consideraron aberrante que propusiera incluir los Derechos de la Mujer entre los Derechos del Hombre. Me fusilaron en medio de la pampa, a causa de una interna de unitarios. Me fusilaron encinta, junto con mi amante sacerdote, a causa de una interna de federales. Me suicidaron por escribir poesía burguesa y decadente. Fui enviado a la silla eléctrica a los veinte años de mi edad, sin tiempo de arrepentirme o convertirme en un hombre de bien, como suele decirse de los embriones en el claustro materno. Me arrearon a la cámara de gas por pertenecer a un pueblo distinto al de los verdugos. Me condenaron de facto por imprimir libelos subversivos, arrojándome semivivo a una fosa común. A lo largo de la historia, hombres doctos o brutales supieron con certeza qué delito merecía la pena capital. Siempre supieron que yo, no otro, era el culpable. Jamás dudaron de que el castigo era ejemplar. Cada vez que se alude a este escarmiento la Humanidad retrocede en cuatro patas.

aparecido originalmente en Clarín, 12 de setiembre de 1991

María Elena Walsh (Ramos Mejía, 1 de febrero de 1930) es una autora, compositora y cantante argentina.

Comenzó su carrera en 1945 publicando en la revista El Hogar y el suplemento literario del diario La Nación. En 1947 publicó su primer libro, Otoño imperdonable, que le valiera el segundo Premio Municipal de Poesía. En 1952 viajó a París, donde permanecería cuatro años. Junto con Leda Valladares formó un dúo folclórico que actuó en diversos locales de París y de Francia. Durante su estancia en ese país empieza a escribir canciones y poesías para niños. A su regreso a la Argentina, el dúo, con el nombre de Leda y María realiza giras y graba algunos discos. En 1960 publica su primer libro con canciones y poesías para chicos, Tutú Marambá. En este campo, Walsh «se declara heredera de la tradición del nonsense inglés de Edward Lear y Lewis Carroll, algo que se nota en su sentido del humor».[1] Su libro Zoo loco es justamente un recopilatorio de esas «curiosas historietas en verso que se llaman limericks», en la tradición de Lear.[2]. fuente: wikipedia.

1 comentario:

BeaLilian dijo...

impresionante la vida y la obra de esta mujer.
un orgullo para nosotras, las argentinas, pues su obra dio vueltas al mundo.
este escrito es escalofriante.
besos.