viernes, 13 de febrero de 2009

Carta a un amante????

Capitán Bermúdez, 14 de febrero
Mi estimado señor:

Tengo puesto un lunar en el meñique derecho, esta aclaración es válida para que no creas que te escribo desnuda. Cuando no estás un pasaje de mí es pasado por alto y los orificios que a veces se abren para que tu cuerpo pase son chirimbolos , accesorios superfluos. Siempre es bueno darse esos gustos, llevar por todo adorno algo que podría ser quitado sin sentir su pérdida. Pongo los pies con mucho cuidado sobre la mesa del living, cuando ya están apoyados como dos gatos lamiéndose las almohadillas recuerdo que mi mesa de living no es más que parte de la casa que soñé tener y aún no tengo. Nada sustenta este instante tan terrible. ¿Qué pasa que no hay helados de peras o membrillos? Antes de pensar en escribirte estaba acordándome de nada. ¿O no es acaso la nada lo que revienta en la memoria cuando intentamos asir pedazos de amor donde no existen? Mi padre se calzaba los lentes para hacer sus crucigramas y desde la otra habitación preguntaba por un nombre de cuatro letras o por un animal mitológico, yo dejaba de escupir las semillas de girasol contra la pared y arriesgaba. Es lógico que teniendo en cuenta que el periódico siempre era viejo podría haberlo engañado buscando las respuestas en semanas posteriores. Juro que no lo hacía pero él siempre lo dudaba. Los hombres dudan y si no dudan la seguridad que es como la jaula criminal que los contiene ahoga esas lagartijas que tomaban por la cola de pequeños y dejan de imaginar en los ojos del animal todo el poderío , el miedo. Ellos no sabían que a las lagartijas cuando se les corta la cola escapan. ¿Y si ponemos una heladería donde el helado de peras o membrillos sea moneda corriente?. Con el dinero podríamos comprar una mesa de living para poner en la casa que después vendría. Como no estoy desnuda perdés el interés y dejás de leer mi carta entonces me quemo el lunar con un palo de yerba - si sirve para las verrugas supongo que también para los lunares ¿O no? - Abro las piernas, primero la derecha, después la izquierda, no te asustes es sólo para que la ceniza del amor y el cigarrillo tomen el mismo rumbo, pongo las comas, tacho, me esfuerzo por fingir que se exactamente dónde contra qué pared van a chocar las semillas de girasol cuando preguntes cuántas letras tiene la palabra silencio o de qué animal hablamos cuando los botones de tu camisa se despiden de los ojales. Sí, es cierto: hay que vender muchos helados de peras y membrillos para comprar la mesa apropiada para una casa tan lejana. Cuando mi padre murió aquel junio junté sus cosas una por una, salvo la toalla húmeda, el velador, los anteojos y el periódico. No puedo entender aún por qué si con tanto detalle conté tus lunares vos no pudiste hacer que mis girasoles crezcan hasta la ventana y miren la casa con una mesa de living que por todo adorno sostenga los pies de una mujer disfrazados de almohadillas de gatos tocándose la herida del meñique derecho donde había un lunar.

Atte. dana...

3 comentarios:

Navegante dijo...

Massu, luego de lo que dejaste en mi buzón, vine inmediatamente a dejar algo en el tuyo y encuentro esa enigmática y bella carta.
Me quedo con más incógnitas, pero es mejor así, suele la verdad ser menos interesante que lo que nunca se sabe del todo.
Ah, he visto por ahi un Borges-Piazzolla, parece que son varias las maravillas que compartimos.
Besos trasnochados.

Melibea dijo...

¡Hola, maja! ¿De dónde has obtenido esta carta? ¿La escribiste vos? Me he quedado heladita...

Un abrazote fuerte

massu dijo...

NAVEGANTE DEL ALMA, MELIBEA:

prefiero la intriga, el misterio...¿para qué develarlo?

gracias por vuestra visita a mi casa que está siempre muy desordenada, pero pueden pasar si no son perfeccionistas...pues hay de todo un poco, como en las ferias diversas.

un beso, que tengan lindo día!!!