Fulgura tal cantidad de estrellas esta noche,
que me pregunto cómo puede haber en el cielo
espacio para tanto lunar de oro.
Tal vez por eso, a ratos, algunas se desprenden,
quizás empujadas por las otras,
que quieren sitio y cruzan la alta sombra
como una larga flecha rubia.
Yo no me canso de mirar y mirar el cielo esta noche.
E inconscientemente, cuando veo desprenderse una estrella,
alargo la mano con la absurda pretensión
de apresar a la vagabunda.¡Ay¡
¡Es un gesto muy mío éste de tender
siempre las manos hacia las cosas más imposibles
No hay comentarios:
Publicar un comentario